En su regreso al Dakar, los hermanos Patronelli dejaron su sello en la clase cuatriciclos con su tercer doblete. La victoria quedó para Marcos, quien así sumó su tercera victoria tras las conseguidas en 2010 y 2013. Mientras que Alejandro, ganador en 2011 y 2012, fue su escolta en su retorno a la competencia tras cuatro años de inactividad
La figura de ambos comenzó a crecer sobre el final de la primera semana cuando la dureza de la carrera se deshizo del polaco Rafal Sonik (Yamaha), quien desertó por un problema mecánico; y el chileno Ignacio Casale (Yamaha), quien se fracturó en una caída en Uyuni (Bolivia). Alejandro tomó la punta de la carrera en la sexta etapa, aunque dos jornadas más tarde le dejó la posta a Marcos. Juntos hicieron una gran diferencia sobre el resto (casi dos horas) que les permitió llegar a la meta sin contratiempos.
El Top 5 lo completaron el ruso Sergei Karyakin (Yamaha), el sudafricano Brian Baragwanath (Yamaha) y el argentino Jeremías González Ferioli (Yamaha).
El paraguayo Nelson Sanabria arrancó la última etapa del sábado con innumerables problemas y a pesar de todo culminó en la séptima posición de la general.
Por último la categoría de los gigantes, el holandés Gerard De Rooy (Iveco) logró su segundo triunfo en la clase Camiones tras imponerse de manera contundente en la edición 2016. Con este éxito rompió la hegemonía de Kamaz, que había festejado en las últimas tres ediciones de manera consecutiva.
De Rooy, que ganó la competencia en 2012, se impuso con más de una hora de ventaja sobre el ruso Airtat Mardeev (Kamaz). El último escalón del podio fue para el argentino Federico Villagra (Iveco), quien tuvo un gran debut en la especialidad.
Fuente: corsaonline.com